Luego de una conversación conciliatoria, medianamente madura y aclarados ciertos puntos caí nuevamente, como una drogadicta en el vicio de él, no puedo apartarlo de mi vida, es que no veo su ausencia en mi entorno, ¿Cómo hago? si realmente el cariño que le tengo es mayor a la rabia que pueda sentir por él, es mi amigo, a pesar de todo eso es, un amigo al que adoro, al que le tengo una confianza extrema y que acepto con sus defectos y sus virtudes, aunque a veces me haga daño.
Estoy ante dos factores, por un lado está la amistad, por el otro está el deseo carnal, ambos unidos es una mezcla que no puedo darle nombre. Le tengo un cariño inmensurable que al unirse al placer, es una bomba dificil de resistir. Puede que llegue el día en que ambos decidamos poner las cosas nuevamente en su lugar y volvamos a tener la amistad pura y simple. Pero, por ahora eso no es posible. Debilidad, es la palabra correcta de la mezcla que no tiene nombre.-
¿Sentirse español?
Hace 7 años
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